lunes, 19 de julio de 2010

Llueve; entonces, Llueve

A veces llueve fuerte, la tormenta cae de golpe y termina pronto. Contuvo, durante mucho tiempo, la respiración y, por fin, exhaló; Se detuvo, luego de mucho pensar dio enérgico su primer paso; Pintó, sin detenerse, un circulo rojo infinito hasta que su mano rompió el crayón. La abuela se hizo pis.

Otras veces llueve continuo, la distancia entre gota y gota casi es la misma. Para formar los alumnos se dividen entre nenas y nenes y las dos filas avanzan a la sala donde cada uno tiene su lugar; El abuelo era abogado, el padre también, el hijo eligió abogacía; Leía el diario, leía en su tiempo libre, leía porque estudiaba, leía y siempre se sentaba en la silla dándole la espalda a la ventana. Las mujeres golpeaban a una abuela por haberles quitado la mesa en donde ellas siempre se sentaban.

Llueve y quiero subir a un colectivo en el que viaje un perro sin pagar boleto, quiero perderme y sentir que me confundo. Intuyo que luego, sin saber bien cómo, llegaré.