jueves, 25 de febrero de 2010

Atardecer

Salió a correr. Sólo lo acompañaba el sonido de sus pisadas. Luego de bordear un trigal apareció, de frente, el sol anaranjado, cansado de brillar. Un círculo inmenso próximo al horizonte. El cuerpo fogoso caía lentamente, el corredor pensaba, lo interrumpió una pregunta: porqué corría. La naturaleza calma y el reloj pulsera que resbalaba con el sudor, cuyas agujas determinaron que a las seis y cuarto el sol se esfumó por completo.

2 comentarios:

  1. que buena imagen la del atardecer!!!
    ¿por que corremos tanto? hacia donde nos dirigimos con tanta prisa?
    que bueno serìa poder detenernos unos instantes y apreciar tan bella puesta de sol.
    hermoso, gracias!!! lili

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  2. Hermoso! Como no ver ese enorme y cansado pero aún así tan bello sol naranja!

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